Para sobrevivir y prosperar, nuestros cuerpos necesitan agua, que contiene entre un 45 y un 75 por ciento, es decir, entre 10 y 12 galones. Parece mucha, pero dos tercios del agua se retienen dentro del tejido muscular (intracelular) y un tercio extracelular. Desglosando los números: la sangre es 83 por ciento de agua, el músculo magro es el 73 por ciento, la grasa corporal es alrededor del 25 por ciento y los huesos son alrededor del 22 por ciento. La función del agua es extremadamente importante para los culturistas y levantadores de pesas: mantener la temperatura corporal y lubricar las articulaciones. El agua también es responsable del suministro y eliminación de desechos de nuestro cuerpo, amortigua los órganos y tejidos y sirve como fuente de sudor.
Podemos lograr el 60 por ciento de nuestras necesidades de agua a partir de otras fuentes de líquidos como jugos de frutas y leche. Otro método para satisfacer las necesidades de agua es a través de frutas y verduras, que representan el 30 por ciento. El 10 por ciento restante se metaboliza en nuestro cuerpo como micronutrientes. Pero, ¿cómo pierde el cuerpo el agua?? La respuesta es simple: orinar, defecar, respirar y sudar; el 90 por ciento de eso se pierde durante un entrenamiento. Es importante tener en cuenta que la producción de sudor puede cambiar según el entorno, la intensidad y la duración del entrenamiento y el tamaño de la persona.
Es un mito que tienes que rehidratarte con Gatorade o Powerade debido a los electrolitos: sodio, potasio y cloruro. Estos electrolitos se pueden obtener fácilmente a través de una dieta equilibrada y la mayoría de las bebidas deportivas contienen el doble de sodio. Pero si está tomando una bebida deportiva durante un entrenamiento, le recomiendo que la diluya en cuartos. Esto evita que consuma azúcar y sodio agregados. Al mismo tiempo, las bebidas con electrolitos mejoran la absorción de líquidos, especialmente si está presionando con fuerza más allá de la marca de 60 minutos y si está húmedo.
Como culturistas, controlamos constantemente nuestro peso, antes y después del ejercicio. Si deja caer una libra en la báscula después del entrenamiento, reemplace esa libra con dos o tres tazas de agua. Además, controle el volumen y el color de su orina; un volumen pequeño y un color oscuro indica deshidratación.
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