Los tomates deben estar en la lista de "alimentos energéticos" de todo hombre por una razón principal, o más bien, un nutriente principal: el licopeno. Este miembro de la familia de los carotenoides podría ser la bala de plata en la prevención del cáncer de próstata. Considere el estudio de 1995 que mostró que los hombres que comían diez o más porciones de tomates a la semana reducían su riesgo de cáncer de próstata en un 35% y su riesgo de cáncer de próstata agresivo en un 50%.
Lo que la mayoría desconoce es que el codiciado licopeno está ligado a las paredes celulares y a la fibra. Eso significa que prácticamente tienes que comer tomates cocidos o procesados (enlatados) para obtener el licopeno. Eso también significa que la pasta de tomate, la salsa barbacoa y el ketchup son fuentes válidas de licopeno biodisponible. Solo obtenga las variedades bajas en azúcar o sin azúcar. O sigue esta receta y haz tu propia salsa de tomate.
El liopeno también necesita grasa para ingresar al torrente sanguíneo, por lo que es mejor comer los tomates o los productos derivados del tomate con un poco de aceite de oliva. También puede utilizar tomates secados al sol envasados en aceite de oliva.
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