Un equipo de científicos de Harvard realizó una vez un estudio que siguió a grandes poblaciones y sus tasas de enfermedad. Relacionaron el consumo de patatas con el sobrepeso, lo que atribuyó al aumento resultante del azúcar en sangre.
La cuestión es que hay muchos otros alimentos que provocan aumentos similares o mayores del azúcar en sangre, pero se correlacionan con pesos corporales "saludables". Como suele ser el caso de los científicos, se olvidaron de ver el panorama completo. Resulta que hicieron puré sus hallazgos de papa: juntaron todos los productos de papa, incluidas las papas fritas y las papas fritas. No es de extrañar que las papas tengan una correlación tan alta con las tasas de obesidad!
Pero otros estudios, más elegantemente estructurados, no han logrado encontrar ninguna correlación entre las papas y el aumento de peso, o cualquier enfermedad para el caso. La papa es realmente un buen tipo, siempre que la hiervas o la hornees.
A pesar de su falta de color, que a menudo denota una escasez de fitoquímicos, las patatas contienen una serie de carotenoides y flavonoides, así como una variedad decente de vitaminas. No hay absolutamente ninguna necesidad de dejarlos fuera de su plato.
Por cierto, a pesar del cuento de las viejas sobre que toda la nutrición de las papas se encuentra en la piel, solo el 20% se encuentra allí. El resto está en la carne, aunque la piel contiene una cantidad apreciable de fibra.
Nadie ha comentado sobre este artículo todavía.