Nos encanta una copa de vino tanto como a cualquier otra chica, pero una nueva investigación publicada en el Revista de la Academia Estadounidense de Dermatología muestra demasiado vino puede aumentar el riesgo de desarrollar rosácea, una afección de la piel que se caracteriza por enrojecimiento de la nariz, las mejillas, la frente y el mentón.
Todas estas bebidas gaseosas afrutadas tienen 250 calorías o menos.
Lee el artículoEl estudio encontró que las mujeres que bebían vino blanco y licor tenían un mayor riesgo de desarrollar rosácea, y ese riesgo aumentaba a medida que aumentaba su consumo de alcohol. Los investigadores especulan que el alcohol puede debilitar el sistema inmunológico y ensanchar los vasos sanguíneos, lo que puede provocar el enrojecimiento facial revelador de la rosácea. Tenga en cuenta que los vinos rosados y espumosos tienen menos alcohol, por lo que puede haber mejores opciones que tengan menos probabilidades de desencadenar un brote cuando se consumen con moderación.
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